Postración

Invades mis sueños, cubriéndolos con tu esencia, fortaleciendo cada día más el lazo entre mi alma y el pasado, nunca lo dejaras ceder ante las inclemencias de los días y las noches que van y vienen como el perpetuo e infinito recordatorio de que lo único que ha quedado de ti es tu dulce aroma impregnado sobre esa prenda que insólitamente olvidaste. Cómo soltar el pasado cuando este es lo único que me ata a la existencia, es imposible cuando tu imagen la llevo como un tatuaje frente a mis ojos, en cualquier dirección, en cualquier rincón de este mi mundo conformado por cuatro muros me aguarda un dulce recuerdo y en ocasiones alguno amargo, pero igual me empalaga el sabor dejado por tu paso por esta vida mía ahora tan frígida, opaca y vacía.


Dime cómo puedo dejar de emprender el sueño cada vez que por ahí encuentro algún cabello tuyo, sabes tú cómo evitar el delirio, perderme entre ilusiones, intentando unirlo con los fragmentos de mi memoria atrofiada al resto de tu cuerpo, que jamás se materializa, más me deja en trizas. Qué hago, qué puedo hacer cuando sé muy bien que para sacarte de mi mente solamente bastara y nada más, taladrar mi cráneo con la descarga de un fusil. Así es, sólo así volaremos libres, bueno, tú ya lo eres…