Postración

Levante la vista y le sugerí, ven, vamos a sintetizar la felicidad. Y tras un primer beso nos dejamos perder juntos entre juegos de alquimia. Seguros de que lograrlo era nuestro destino inevitable con tanta magia a nuestro alrededor. Lanzando conjuros al unisón hasta el amanecer, embriagándonos mutuamente con nuestras miradas, bebiendo pociones de locura, alegría y amor, nos abrazamos y bailamos juntos nuestras danzas ocultas y olvidadas acompañados por visiones de mundos posibles algunos escondidos tras la neblina del porvenir siempre tan vago.



Sonriendo sin parar, besándonos cada vez más, nos dejamos elevar por el intoxicante encanto de nuestra misión de inigualable ambición y pasión. En nuestras mentes y a través de nuestros ojos éramos almas gemelas que se confundían al verse reflejadas en los ojos del otro. Pequeños e ingenuos hechiceros en busca de la felicidad.



Buscando sintetizar la felicidad intentamos cada camino, probamos todos los polvos mágicos existentes convirtiéndolos en humo, transformándolos en rocas, volviéndolos líquido y les dimos flujo como el agua que corre de un lado a otro, creando su hipnotizante melodía que con el ritmo aprendido del péndulo guiando nuestra danza hacia llegar el amanecer. Pero no era ahí donde esta se escondía, convencidos por la confusión seguimos haciendo humo del polvo, sin embargo aún así jamás aparecía.



Echamos polvos de mil y una manera, bañando nuestros cuerpos con el sudor hirviente que nos provocamos millones de veces en cada rincón de nuestro mundo, pero aunque siempre estaba cerca cada día y cada vez parecía resbalarse de nuestras manos.



Cerca de un aparente desengaño nos separamos. Ahora sé que cuando más cerca estabas tú, esta más cerca se sentía. Mientras tú te haz guardado dentro de un silencio inquebrantable y profundo como el corazón y la amargura que atesoras en el interior en tu pecho, y yo desconozco todo lo que veo y lo que no, ignoro si el mundo ha dejado de girar o si tú ya la habrás encontrado, quizá cada vez te alejas más de su resolución tal como lo hago yo ahora y siempre desde que en tú lugar sólo se ha posado tu ausencia .



El caldero y la bola de cristal hace tiempo que se han vuelto juegos monótonos y aburridos, a mi cada vez me importa menos llegar algún día a sintetizar la felicidad , pues no dudo que sin tus labios fundiéndose con los míos esta terminaría siendo nada más que un verdadero y trágico fiasco. Sigo buscando, espero hoy solo y mañana perdido, y de ti sólo encuentro tu ausencia.