Postración

Que pena
que yo no pueda ser un guerrillero
para saber cien modos
como invadir tu cuerpo
que yo no pueda ser un guerrillero
que pena
Que yo no pueda ser un verso
que pena
Que pena
que yo no pueda ser tu perro
y comer de tu mano
para tener un dueño
que yo no pueda ser tu perro
que pena


- Víctor Manuel.

Hay días en los que uno simplemente siente que no vale la pena hacer el intento de ser una buena persona, por lo general esto viene como consecuencia del pequeño esfuerzo realizado por otros a nuestro alrededor, lo cual es bastante triste, pero incambiable, es mera naturaleza humana.





Hoy me encuentro frente a esta cuestión, debo seguir con mi humilde intento por ser una buena persona o debo abandonar toda esperanza que pueda haber aún dentro de miy dirigirme al mundo de la misma manera en que este lo ha hecho conmigo.



El bien y el mal han dejado de ser conceptos simplemente relativos a la situación, lugar y momento. Estos se han convertido en nada más que un par de palabras como las que uno puede escuchar por parte de un viejo amor que hace tiempo partió aún con toda nitidez dentro de nuestros recuerdos y al igual que estas ya no son nada, ni siquiera éter, sólo ecos de algo que quizá alguna vez existió pero ya no. No significan nada, porque eso son. Nada igual que tú (y yo).



La vida es algo en ocasiones tan vulgar y de tan poco valor, y lamentablemente el amor, la felicidad, la magia y todas esas cosa que en momentos parecen ser tan preciosas, no son más migajas de la totalidad que conforma la bola de estiércol que es la vida de un ser humano cualquiera. Todo es una mierda, la gente especial no existe, es sólo otra mentira que no hemos inventado a lo largo de los años para evitarnos aunque sea un poco de ese dolor y amargura que en verdad es tener que vivir, porque hasta eso, no es más que un simple reflejo, nadie en realidad esta aquí por voluntad propia, sino por instinto, de la misma manera que un perro callejero o cualquier otro animal, un instinto tan barato y débil que sólo basta un ligero desequilibrio químico en el cuerpo para hacerlo desaparecer, a eso se puede reducir nuestra estúpida e insignificante existencia. Entonces qué chingados puede importar o valer el amor, no puede ser mucho más de lo que vale o importa aquello que se aleja una vez que tiras la cadena y el trono hace flush…





Hoy en día los besos de nadie parecen valer la pena querer uno ser guerrillero. Que pena.