Another blog about nothing and everything all at once..
La promesa de la belleza americana deja caer sus encantos sobre las esclavas de la vanidad, quienes a la vez son amas de todo lo terrenal; hipnotizándolas a ellas que deslumbran con el calor de sus curvas y demás encantos a los pobres niños inocentes que por voluntad propia nos rendimos a sus pies. Nosotros somos sus marionetas, pero la bellaza americana es su titiritero.
Guiadas por la incontrolable fuerza de sus celos emprenden una lucha constante por superar a todo rival que se presente frente a ellas, aún cuando estos obstáculos resultan ser parte de su misma persona. Curiosamente, una de las otras grandes fuerzas que poseen y las motiva a lo largo de su lucha, resulta ser simultáneamente una de las pocas cosas capaces de frenar, frustrar y en ocasiones hasta acabar por completo con toda esperanza de conseguir ver cumplidos sus caprichos; su dulce y adorable demencia congénita.
Son capaces de cualquier cosa, desde las apelaciones más intensas a su punzante ternura, hasta los más despiadados actos de frialdad pura, sin ver ni en la forma más mínima manchada su consciencia por algún tipo de culpa, mucho menos vergüenza. Pues, una vez embriagadas por la ambición, el coraje, el odio, el deseo y en algunas ocasiones hasta por el amor, se vuelven bestias y como tales carecen de toda razón. Dirigen la fuerza adquirida por estos medios en contra de todo aquello que se interponga en su camino, sin temor alguno a las consecuencias que esto pueda traer, sin pensar se lanzan. Atacan, buscando destruir, cegadas desgarran sin parar, aún cuando lo que atacan son ellas mismas, actúan igual que cualquier otra fiera puesta frente a un espejo. Especialmente frente al espejo.
La demencia, los celos, la inseguridad, su aparente ternura y encantos, son el camino y las armas que acompañan a la mujer en su búsqueda por alcanzar la bellaza americana o cualquier otra cosa que le pueda apetecer.
Torturarán y se torturan, con su consciencia por siempre limpia y su vista fija sobre el objetivo. La crueldad es sólo un utensilio más dentro su estuche de maquillaje, y de la misma manera, pocas veces dudan en usar o abusar de ella.
Fotografía por Liliana.
Soundtrack opcional:
"I don't read Cosmo"